En esta ocasión os cuento el final del proceso del tatuaje de Marido. Las cuatro horas han sido bastante más duras para él que en la primera parte. Esta vez era terminar el sombreado y el coloreado de las flores. Ha merecido la pena, porque el resultado es una pasada, papi está feliz con su tatu y Nora ya ha elegido flor, le encanta el «dibujo de la pierna de papá».
Esta vez, reportaje fotográfico «detalle», para no ser repetitiva 🙂
Vídeo para que veáis cómo se sombrea, me chifla verlo, si dibujase bien me encantaría trabajar tatuando 🙂 Y de paso recuerdazo para marido.
Y este es el resultado de las ocho horitas de dolor por un lado y trabajo por otro. Todavía sangraba un poquito y se ve la sangre en las aletas, pero Marido está feliz de la vida y creo que el señor tatuador se quedó contentón con el resultado. En cuanto a mí, para qué mentir, a mí me encanta tener a mi maromo tatuado 🙂 .
Que tengáis una semana genial 🙂 Besetes