IMG_4453_Fotor

Queridas Nora y Vera:

Ahora sois mis chiquitinas, pero cada día me pregunto cómo puedo hacer para mejorar como madre. Entonces os escucho, leo vuestros gestos, sé que en un comportamiento agresivo hay necesidad de amor, o en vuestros llantos «por nada» hay una verdadera necesidad de llorar para limpiar y dejar salir vuestra sonrisa, que en los derrames de vasos hay una necesidad de aprender y evolucionar. Ahora es fácil.

Entonces me pregunto si seré capaz de respetar todo lo que hagáis o decidáis cuando seáis mayores, si con quince años me acordaré de los míos, si os dejaré cometer errores y no intentaré enseñaros de los míos. Mi deseo es disfrutar de ver cómo os convertís en mujeres maravillosas y libres, mujeres que disfruten de su condición y hagan oídos sordos a los impedimentos y a los «no es para tí», «la vida es dura» o «no vas a poder».

Me pregunto si cuando lea vuestros ojos, como lo hago ahora y sepa que algo os pasa, seré capaz de esperar a que me lo contéis, de no presionar, no juzgar en ningún momento vuestras acciones. Si seré capaz de apoyar vuestras decisiones a sabiendas de que son errores, como hago ahora cuando no os ponéis calcetines para andar por casa y acabáis escalabradas.

Me pregunto si seremos capaces de hablar con la libertad con la que lo hacemos ahora, si seré capaz de respetar vuestro silencio, si podré transmitir la maravillosa condición que es ser mujer y respetar lo que somos. Me pregunto si esta complicidad llegará intacta a los 15. Si no caeré en las típicas frases de «con 16 no piensas» y aprender a recordar la dura y excitante etapa que es la adolescencia.

Os pido que si en algún momento os fallo, os avasallo u os incomodo, si no os sentís respetadas, admiradas y queridas por mi parte me lo hagáis saber con total libertad.

Ahora tenéis 15 meses Vera y falta una semana para los cuatro de Nora. Os disfruto y os admiro como personas. No negaré que a veces es duro ser vuestra mamá, sois grandes guerreras en cuerpos diminutos que saben dar caña, pero disfruto y espero hacerlo el resto de nuestra vida. Os quiero sin condiciones, sin expectativas y con un solo deseo para vosotras, que seáis felices. Estoy orgullosa de cada paso que dais. Espero estar a vuestra altura el resto de días que nos queda disfrutar de nuestra compañía.

Os quiere Mamá